La Psiconeuroinmunología (PNI) y la Terapia Breve ofrecen herramientas prácticas para mejorar hábitos desde una perspectiva integral, considerando cuerpo, mente y emociones. Aquí te comparto un enfoque detallado:
1. Cambios de hábitos: pequeños y sostenibles
- Pequeños ajustes, gran impacto: Empieza por algo simple, como añadir una comida rica en proteínas en tu día o reducir el uso de pantallas antes de dormir.
- Establece objetivos claros: Cambia «quiero comer mejor» por «añadiré vegetales en la cena 4 días a la semana».
2. Usa el «efecto dominó»
- Cuando haces un cambio pequeño y ves resultados (más energía, mejor digestión), te motiva a incorporar otros hábitos saludables.
- Ejemplo: Cambiar tus desayunos azucarados por opciones ricas en grasas saludables puede estabilizar tus niveles de energía y mejorar tu concentración.
3. Explora emociones y creencias
- Identifica creencias limitantes: Como “nunca logro cambiar” o “no tengo tiempo para cuidarme”.
- Redefine esas ideas: Sustitúyelas por “estoy aprendiendo a cuidar mi cuerpo” o “cada paso cuenta”.
4. Conecta con tu bienestar inmediato
- Focalízate en cómo te sientes después de un cambio positivo, no solo en los beneficios a largo plazo.
- Ejemplo: Notarás mejoras en tu ánimo y digestión después de incluir alimentos reales y minimizar los ultraprocesados.
5. Prioriza las rutinas básicas
- Sueño: Duerme entre 7 y 8 horas diarias. Introduce pequeños ajustes como establecer un horario fijo.
- Hidratación y alimentos antiinflamatorios: Incluye grasas saludables (aguacate, nueces), proteínas y especias como cúrcuma o jengibre.
6. Acepta que el cambio es un proceso
- No necesitas transformar todo de golpe. Avanza con calma y sé compasivo contigo mismo.
- La clave está en disfrutar el proceso y adaptarte cuando algo no funcione como esperaba.
Desde la PNI y la Terapia Breve, cambiar hábitos no tiene que ser complicado. Con pequeños pasos, enfoque emocional y celebrando cada logro, puedes transformar tu vida y tu salud. ¡Empieza hoy!