La endometriosis es una enfermedad inflamatoria y multifactorial que afecta a millones de mujeres en edad fértil. Se caracteriza por la presencia de tejido endometrial fuera del útero. Esta patología puede provocar dolor crónico, reglas abundantes, problemas digestivos, infertilidad, y un fuerte impacto en la calidad de vida. Sin embargo, en muchas ocasiones el abordaje convencional se limita al uso de anticonceptivos, antiinflamatorios o cirugía. En pocas ocasiones se exploran otras causas subyacentes ni se ofrecen alternativas que integren cuerpo y mente.

La Psiconeuroinmunología (PNI) propone una visión integrativa y profunda del cuerpo humano. Nos permite comprender cómo se relacionan entre sí el sistema nervioso, el sistema inmunitario, el sistema endocrino y el aparato digestivo. Una psiconeuroinmunóloga puede ayudarte a ver cómo estas interacciones influyen directamente en la aparición y mantenimiento de la endometriosis.

Comprendiendo la endometriosis desde la PNI

Desde la PNI, la endometriosis no se entiende como un simple problema ginecológico, sino como una expresión de múltiples desregulaciones internas. Entre ellas: inflamación sistémica, alteraciones inmunitarias, permeabilidad intestinal, disbiosis, desequilibrios hormonales, sobrecarga hepática, estrés crónico o traumas no resueltos. Todas estas variables se influyen entre sí, creando un terreno biológico propicio para que el tejido endometrial crezca fuera de lugar y genere una cascada inflamatoria.

Por ejemplo, el exceso de estrógenos, muy común en mujeres con endometriosis. Esta condición puede estar relacionado con una alteración en la detoxificación hepática. También podría ser por una microbiota desequilibrada (estroboloma) o incluso con el uso prolongado de plásticos y disruptores endocrinos. El sistema inmune, lejos de controlar la inflamación, puede estar activado de forma crónica, reconociendo como «invasores» tejidos propios, y perpetuando el dolor y la inflamación.

El estrés, además, juega un papel fundamental. A través del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, el estrés crónico altera los ritmos circadianos. Incluso afecta a la producción hormonal y la inmunomodulación, lo que contribuye a la progresión de la enfermedad. Desde la PNI entendemos que ninguna intervención será realmente eficaz si no se contempla también el estado emocional, las memorias traumáticas o las respuestas de defensa que el cuerpo ha ido aprendiendo.

endometriosis pni

Intervenciones desde la PNI para mujeres con endometriosis

Una intervención en PNI es siempre personalizada, pero suele incluir varios pilares fundamentales:

1. Alimentación antiinflamatoria adaptada

Reducir alimentos proinflamatorios (gluten, azúcar, lácteos industriales, aceites refinados) e incorporar alimentos reguladores (verduras cocinadas, grasas de calidad, proteínas bien digeridas, especias antiinflamatorias, fermentados, etc.).

2. Reequilibrio del sistema digestivo

Trabajar la microbiota intestinal y vaginal, reparar la permeabilidad intestinal, mejorar la motilidad (MMC) y la digestión para evitar endotoxemia y reducir la inflamación de bajo grado.

3. Regulación del eje hormonal

Identificar si hay dominancia estrogénica, bajos niveles de progesterona, hipotiroidismo subclínico o problemas en la fase luteínica. Se puede apoyar con alimentación, fitoterapia, micronutrición y estilo de vida.

4. Reducción del estrés y trauma

Utilizamos técnicas como la respiración vagal, el trabajo con el sistema nervioso (polivagal), terapia breve estratégica, tapping o mindfulness corporal para desactivar la hiperalerta y permitir al cuerpo entrar en modos de reparación y seguridad.

5. Movimiento terapéutico

El ejercicio físico suave, adaptado a cada fase del ciclo menstrual, favorece el drenaje linfático, mejora la función hepática y adrenal, y ayuda a modular el dolor. Qi Gong, yoga terapéutico, caminar en naturaleza o ejercicios respiratorios pueden formar parte del plan.

6. Optimización de la detoxificación

Apoyamos la función hepática y emuntorial con alimentos amargos, crucíferas, cúrcuma, cardo mariano, descanso hepático nocturno, ayunos estratégicos o baños de calor (sauna, baños de sal). Todo ello facilita la eliminación de estrógenos y toxinas acumuladas.

El acompañamiento emocional en endometriosis

Muchas mujeres con endometriosis han vivido una larga historia de visitas médicas, diagnósticos tardíos, invisibilización del dolor y falta de respuestas. Este desgaste emocional también deja huella física. Desde la PNI emocional, se acompaña a la mujer en la validación de su experiencia, en la comprensión de sus síntomas como señales de adaptación del cuerpo, y en el rediseño de un entorno seguro, más allá del control y el miedo.

La integración de herramientas como la escritura terapéutica, el diario del ciclo, la respiración consciente, la visualización o la terapia breve permite resignificar el dolor, reconectar con la corporalidad, y transformar la percepción de la enfermedad.

Resultados y esperanza

Los cambios no son mágicos ni inmediatos, pero muchas mujeres que han pasado por un proceso de PNI individualizado reportan:

  • Reducción del dolor menstrual y ovulatorio.
  • Mejora en la regularidad y calidad del ciclo menstrual.
  • Disminución de la fatiga y mejora del sueño.
  • Menos hinchazón abdominal y mejor digestión.
  • Mayor conexión con su cuerpo y menor ansiedad.

La PNI no reemplaza a la medicina convencional, pero la complementa de forma profunda y humana. Es una vía para recuperar el protagonismo sobre la salud, dejar de vivir a merced del dolor, y empezar un camino de autoconocimiento y transformación real.

¿Es para ti?

Si llevas tiempo buscando respuestas, si intuyes que tus síntomas tienen un origen más profundo, si deseas trabajar de forma integral cuerpo y mente… la PNI puede ayudarte.

Te invito a agendar una primera sesión para valorar tu caso de forma individualizada. Puedes hacerlo desde aquí: www.pilarboada.com/contacto