El impacto del estrés sostenido según la Psiconeuroinmunología
Vivimos en una sociedad acelerada, sobreestimulada y desconectada del propio cuerpo. La prisa, la exigencia y la carga mental forman parte de nuestra cotidianeidad, pero el precio de ese ritmo lo paga el cuerpo. Muchas personas viven en lo que se conoce como «modo defensa»: un estado fisiológico de alerta sostenida que altera nuestras funciones vitales. La Psiconeuroinmunología (PNI) ofrece una mirada integrativa para entender y abordar los efectos del estrés crónico sobre la salud física, emocional y hormonal. Esta entrada explora cómo el eje Psico-Neuro-Inmuno-Endocrino conecta nuestras emociones, para saber como regular el sistema nervioso y nuestras defensas, y cómo la PNI online y presencial en Barcelona puede ayudarte a recuperar el equilibrio.
¿Qué es el eje Psico-Neuro-Inmuno-Endocrino y como regular el sistema nervioso?
El cuerpo humano no está formado por sistemas aislados, sino por una red interconectada donde cada experiencia emocional, pensamiento o situación externa impacta en la fisiología. El eje Psico-Neuro-Inmuno-Endocrino describe la comunicación constante entre el sistema nervioso, el sistema inmunitario, el sistema endocrino (hormonal) y el psiquismo (mente, emociones, creencias). Esta red bio-comunicativa explica por qué el estrés no solo es una sensación psicológica. Sino una experiencia corporal completa que afecta a la digestión, al sueño, al sistema inmune, a las hormonas sexuales, al estado de ánimo y al metabolismo.
Cuando el organismo percibe una amenaza (real o imaginaria), se activa el sistema nervioso simpático: aumenta el cortisol, la adrenalina y se suprimen funciones que no son prioritarias para la supervivencia. Entre ellas como la fertilidad, la regeneración de tejidos o la digestión profunda. Esta respuesta adaptativa es útil a corto plazo, pero cuando se mantiene en el tiempo se convierte en un problema de salud.
Cómo el estrés afecta a tu digestión, hormonas y defensas
La activación constante del sistema simpático tiene consecuencias visibles e invisibles en el organismo. A nivel digestivo, se reduce la producción de ácido clorhídrico, enzimas y bilis, lo que dificulta la correcta digestión y absorción de nutrientes. Se ralentiza el peristaltismo intestinal y se altera la microbiota, favoreciendo cuadros de disbiosis, SIBO o permeabilidad intestinal. Todo esto genera hinchazón, gases, inflamación y una respuesta inmune crónica que desgasta al organismo.
En el ámbito hormonal, el estrés crónico interfiere en la producción de hormonas sexuales como la progesterona y los estrógenos, y afecta a la comunicación entre el hipotálamo, la hipófisis y las gónadas. Esto puede provocar ciclos irregulares, amenorrea, reglas dolorosas, infertilidad funcional o síntomas como migrañas, dolor pélvico o cambios de humor extremos.
El sistema inmune también se ve alterado: el cortisol elevado a largo plazo genera una inmunodepresión, lo que favorece infecciones recurrentes, herpes, cistitis, aftas bucales, hongos vaginales o reactivaciones de virus latentes como Epstein-Barr. Al mismo tiempo, puede desencadenar una sobreactivación inflamatoria de base que contribuye a enfermedades autoinmunes, alergias o sensibilidades múltiples.

Síntomas del cuerpo en modo defensa: reglas dolorosas, niebla mental, SIBO, insomnio
Muchos de los síntomas que tratamos con parches sintomáticos como antiinflamatorios, protectores gástricos o anticonceptivos, son en realidad expresiones del cuerpo en modo defensa. Algunas señales típicas de que el estrés está alterando tu fisiología son:
- Reglas dolorosas, con coágulos o dolor lumbar que no mejora con analgésicos
- Dificultad para dormir o despertar cansada
- Niebla mental, dificultad de concentración, pérdida de memoria reciente
- Hinchazón abdominal, digestiones lentas, gases y estreñimiento
- Cansancio después de comer o fatiga sin causa clara
- Caída de cabello, sequedad ocular o sensibilidad a olores o alimentos
Estas manifestaciones no son «normales» ni deberían considerarse parte inevitable de la vida adulta o de ser mujer. Son mensajes del cuerpo pidiendo una regulación profunda.
¿Qué pasa si el estrés se cronifica?
Cuando la respuesta de estrés se cronifica, se altera la regulación del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal. Esto afecta a los ritmos circadianos, al sueño reparador, a la producción hormonal y a la capacidad del cuerpo para responder de forma adaptativa a los estímulos del entorno. Es común que aparezcan síntomas mixtos: hiperactividad mental con fatiga corporal, ansiedad digestiva, hambre emocional, inflamación de bajo grado o trastornos del estado de ánimo.
El estrés crónico también altera la percepción del propio cuerpo: muchas personas dejan de sentir hambre real, no registran la saciedad, no conectan con el cansancio ni con el deseo. Esta desconexión somática aumenta la rigidez y el control mental, lo que perpetúa el ciclo de estrés.
Como regular el sistema nervioso:
¿Qué puedes hacer desde hoy? Respiración, ritmos, autocuidado
La regulación del sistema nervioso no empieza con suplementos, ni con terapias complejas. Empieza con la escucha corporal, el respeto a los ritmos internos y pequeños gestos de autocuidado sostenidos en el tiempo. Algunas claves:
- Respirar antes de comer: activa el sistema parasimpático, mejora la digestión y reduce la inflamación.
- Establecer rutinas de mañana y noche: el cuerpo necesita seguridad para relajarse.
- Limitar el multitasking y las pantallas: el exceso de estímulos perpetúa el estado de alerta.
- Dormir a horas regulares y evitar cenas tardías.
- Buscar espacios de descarga emocional: escritura, movimiento libre, terapia o naturaleza.
Estos hábitos son herramientas de regulación que devuelven al cuerpo la información de que ya no está en peligro.
Cómo te acompaña la PNI para regular el sistema nervioso: abordaje del sistema nervioso, inflamación y hábitos.
Desde la Psiconeuroinmunología no se aborda el síntoma de forma aislada, sino el contexto fisiológico, emocional y ambiental que lo sostiene. El objetivo no es tapar la señal, sino entender por qué el cuerpo ha entrado en un estado de defensa y qué necesita para volver al equilibrio. En consulta trabajamos:
- Historia de vida, eventos estresantes, tipo de vinculación y sistema de creencias
- Alimentación antiinflamatoria, microbiota e intolerancias
- Sueño, ritmo circadiano y cortisol
- Movimiento adaptado, respiración y regulación vagal
- Suplementación si es necesario (adaptógenos, magnesio, melatonina, etc.)
- Apoyo emocional y estrategias de afrontamiento realistas
Tanto si vives en Barcelona como si estás en otra ciudad, puedes acceder a un acompañamiento desde la PNI online que respete tu historia, tus ritmos y tus objetivos reales de salud. Reserva tu sesión y empieza a desactivar el modo «alerta» desde hoy.

